Introducción
Tu cachorro sigue siendo una bonita bola de pelo, pero ahora tiene que aprender a enfrentarse al exterior y a pasear contigo con la correa. Pero cuando intentas ponerle la correa, se vuelve loco. No sabe lo que es ese largo trozo de cuerda, y cuando se lo pones se niega a caminar o tira de ti en todas direcciones. Puede que el hecho de que no entienda el sentido de la correa haya sido bonito al principio, pero te estás hartando rápidamente, así que tiene que aprender rápido.
La mayoría de la gente no se da cuenta de que los perros suelen necesitar entrenamiento para usar la correa para empezar, pero es una lección que todos aprendemos rápidamente. Si consigues adiestrarlo para que use la correa correctamente, tus paseos serán relajantes y sin estrés.
Definir las tareas
«Caminatas».
Es una palabra que convierte a muchos perros en criaturas enloquecidas y sobreexcitadas. Adiestrar a su perro para que use la correa con calma no siempre es tan fácil como cabría esperar. Hay que motivarle para que esté tranquilo e incentivarle para que se comporte cuando lleve la correa. Si es un cachorro y el concepto de la correa es nuevo para él, puede necesitar una o dos semanas para adaptarse. Si lleva años jugando y negándose a usar la correa correctamente, puede que necesites hasta un mes antes de romper el mal hábito.
Sin embargo, si se hace bien este entrenamiento, siempre se agradecerá que se haya seguido. La correa es una parte esencial para salir de casa y entrar en contacto con otras personas y perros, por lo que merece su tiempo. No tirará, esperará tranquila y pacientemente a que le sujetes la correa y la palabra «correa» no le provocará nunca dolores de cabeza.
Cómo empezar
Antes de empezar a trabajar necesitarás algunas cosas. Como puede imaginar, una correa será el primer requisito. También puedes invertir en un arnés para reducir la tensión en su cuello. Las golosinas o su comida favorita también desempeñarán un papel esencial durante el adiestramiento.
Asegúrate de que dispones de unos minutos al día para entrenar y de que cuentas con un espacio exterior tranquilo para practicar. Un campo tranquilo o un patio deberían ser suficientes.
Una vez que hayas tachado todo eso de la lista, sólo tienes que ser paciente y venir con una actitud optimista y entonces podrás ponerte en marcha.
El método de aprobación constante
Ponerle la correa y luego quitársela
Para empezar, debes asegurarte de que espera tranquilamente mientras le sujetas la correa. Ponga una golosina delante de él para mantener su atención en usted. Luego, cuando la correa esté asegurada, dale la golosina. Espere unos segundos y luego quítesela. Una vez que se haya quitado la correa, vuelva a darle una golosina. Practica esto unas cuantas veces durante los primeros días.
Hora de caminar
Ahora sabe lo que se espera de él cuando le pones la correa, así que debería comportarse al menos al principio. Una vez que le hayas puesto la correa, sal a la puerta. Mientras camina, elógielo verbalmente y sostenga una golosina a su lado a la altura de su cabeza. La idea es premiarle mientras se comporte y camine tranquilamente junto a ti.
Reaccionar con rapidez
Siga utilizando la golosina y los elogios para mantenerlo de lado, pero en cuanto empiece a tirar o a portarse mal, reaccione rápidamente. Date la vuelta y dale un rápido tirón para que empieces a caminar en dirección contraria. Este tirón le indicará que si se comporta mal se le apartará de donde quería ir.
Sea coherente
Es fundamental que seas persistente durante las dos primeras semanas. Si hay días en los que se porta mal y no corriges el comportamiento, retrasarás el resultado final. Además, si no utilizas golosinas y elogios para premiarle todo el tiempo que se comporta, puede dejar de molestar.
Perder poco a poco las recompensas
Espere varias semanas, hasta que esté tranquilo todo el tiempo que esté con la correa, desde que vaya a asegurarla hasta que termine el paseo. En ese momento, ya sabe cómo comportarse y puedes ir reduciendo poco a poco las golosinas y los premios hasta que ya no sean necesarios.
El método de introducción gradual
Déjalo en su cama
Puede sonar extraño, pero antes de que empiece a usar la correa tiene que sentirse cómodo con ella. Dejarla cerca de él durante un par de días hará que huela a él y se sienta cómodo.
Asegúrelo a su correa
Con calma y tranquilidad, haga que se siente frente a usted y luego asegúrele su nueva correa. Una vez colocada la correa, dale una golosina y elógialo verbalmente. Es importante que mantengas la calma, ya que cuanto más excitado esté, más difícil será de controlar.
Caminar por la casa
Durante los primeros días, tienes que practicar simplemente el paseo por tu casa con él con la correa. Así podrás controlar su entorno y habrá menos distracciones. Sujétalo con una correa corta para que tenga que permanecer a tu lado.
Salir por la puerta
Después de un par de días, sigue los pasos anteriores pero esta vez sal a pasear. De nuevo, manténgalo junto a usted con una correa corta. Si empieza a tirar, detenga el paseo y espere a que vuelva a la línea. Puede elogiarle verbalmente mientras camina para que se mantenga en el camino y para reforzar el comportamiento correcto.
Consistencia
La clave es mantenerlo con una correa corta y extenderla gradualmente cuando se comporte. Cuando puedas dejar la correa suelta y él camine tranquilamente a tu lado, tu trabajo estará hecho.
El método del comportamiento
Asegúrelo a su nueva correa con regularidad
Las correas suelen poner a los perros en una situación de sobrecarga, por lo que hay que conseguir que se sienta cómodo y tranquilo con ella. Para ello, asegúrele la correa cuando esté en casa y deje que la lleve consigo a todas partes. Pronto dejará de ser emocionante, simplemente estará ahí.
Juega con él media hora antes de un paseo
Antes de salir, saca algo de esa energía jugando al tira y afloja. Si no se muestra tan enérgico a la hora del paseo, controlarlo será mucho más fácil.
Sea firme
Cuando le sujetes la correa y salgas a pasear, tira de él con firmeza a tu lado. No le dé ninguna holgura al principio. Debes establecer las reglas desde el principio.
Manténgalo centrado
Todos los paseos deben considerarse como sesiones de adiestramiento hasta que pueda caminar correctamente con la correa. Eso significa que hay que mantener su mirada en ti, con elogios silenciosos y utilizando alguna que otra golosina.
Refuerzo positivo
Durante todo el tiempo que se comporte con la correa, elógielo verbalmente y déle sabrosos premios. Pronto asociará el comportamiento tranquilo con las recompensas bonitas. Cuando se comporte mal con la correa, quédese quieto hasta que le dé el comportamiento que busca. Siga estos pasos de forma constante y pronto no conocerá otra cosa que la obediencia. Cuando lo haya asimilado, elimine gradualmente las golosinas.